Hola amigos,
Hace ya tiempo que decidí dar un salto de calidad en mi cocina y dejé de usar las patatas congeladas por las patatas frescas y naturales. Ya sé que muchos preferís las patatas congeladas por aquello de la rapidez a la hora de freírlas, pero creo que vuestra clientela merece un producto de calidad de verdad y veréis como con estos consejos no es tan difícil cambiar una patata congelada, con escarcha y que además estropea el aceite por una natural, fresca y con todas sus propiedades.
Para freír patatas en cantidades industriales, las mejor fórmula es seguir unos pasos sencillos que a continuación os detallo y que son muy fáciles de llevar a cabo: en primer lugar, es necesario hacer una previsión estimada de la cantidad de patatas que necesitáis freír ese día. Después, debéis «pochar» esa cantidad de patatas, es decir, las freímos a una temperatura media (150º) durante unos 6 u 8 minutos, hasta que éstas se han prefrito por dentro. Luego sacamos las patatas y las dejamos en una bandeja y las vamos «tirando» a la freidora, ya a máxima temperatura, y según la cantidad que vayamos necesitando a lo largo del día. De esta manera, se consigue que el tiempo de fritura en el momento en que se necesita la patata sea de solo unos minutos, al haber realizado la operación de «pochado» con anterioridad. Por otro lado las patatas que se pocharon por la mañana, se mantienen en buen estado durante toda la jornada sin necesidad de frío ni otro tipo de mantenimiento, estando siempre disponibles para su consumo.
Bueno, espero que estos consejos sean de utilidad y buen provecho.
Diego Benítez.
Cocinero Profesional